De la mano de la historia… Conocer el pasado, para comprender el presente y proyectar el futuro

En 1928 nuevamente se dieron elecciones presidenciales, triunfando la formula radical Hipólito Irigoyen – Francisco Beiro…

El 12 de octubre asumió el nuevo gobierno, pero ante la repentina muerte de Beiro antes de asumir, como vicepresidente lo hizo Enrique Martínez, elegido por el Colegio Electoral.

En la Aduana, la gestión de la administración parecían retrotraerse, el 6 de noviembre de 1928 era esta vez Luis A. Mela quien reemplazaba a Remigio Lupo al frente de la institución.

Irigoyen recibió un país que gozaba de un superávit de 200 millones de pesos, con rentas que estaban en los 319 millones, y gastos que rondaban los 389 millones de pesos.

Ese año las exportaciones fueron de 2.396.608.000 de pesos, una cifra jamás lograda hasta ese momento.

Pero la crisis se anunciaba y se reflejaba en los registros aduaneros. Para 1929 se exportó por 2.167.600.000 de pesos, para en 1930 caer bruscamente a tan solo 1.395.691.000 de pesos.