Contexto post-electoral, habrá cambios…, cuanto aún más deberemos esperar…

La semana pasada se cumplió un año desde la puesta en vigencia de la SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina), también de la SIRASE, similar sistema para el pago de servicios y la CCUCE (Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior), como del Comité de Seguimiento y Evaluación de la SIRA.

En los considerando de la norma originaria decía que su objetivo era “obtener de manera anticipada información necesaria para generar previsibilidad y trazabilidad de las operaciones de importación”.

Hoy mirado a la distancia, para quién previsibilidad podríamos preguntarnos, seguramente para los importadores / exportadores, NO, ya que estamos frente a una situación altamente crítica, provocada por el conjunto de medidas en cadena que se fueron imponiendo, llámese SIRA, SIRASE, distintas comunicaciones del BCRA (como la “A” 7622 y sus modificatorias), por supuesto también el CEF y la CCUCE, más recientemente el IMPUESTO PAÍS para acceder al MULC y pagar tanto importación de bienes como de servicios.

Todas estas medidas, en su conjunto actual conforman un sistema en espiral a alta velocidad de incongruencia, incertidumbre y consecuentemente se nutren de la generación de nuevas normas que no ayudan a las empresas, dejando una deuda con el sector privado que ascendería a unos 43.000 millones de dólares para el pago de bienes y unos 10.000 millones aproximadamente por pago de servicios.

Esperemos que entre las medidas a tomar a partir del 10 de diciembre, quienes salieron electos ayer en los comicios, tengan en su programa de medidas el desmantelamiento del “cepo”, la remoción de los controles cambiarios. 

Evidentemente el resultado del ballotage del 19 de noviembre nos mostrará lo que vendrá, por ahora inferimos que todo continuará como hoy estamos, con graves problemas para acceder al MLC para pagar al exterior tanto bienes como servicios.