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Hotel de Inmigrantes, aspectos económicos del país… renuncia de Francisco Cayol como Administrador de la Aduana, continúa la lucha contra el flagelo del contrabando

El 28 de enero de 1911 se inauguraba el Hotel de Inmigrantes, la economía argentina crecía. En las exportaciones, se había pasado de exportar lana, cueros y carnes saladas a comercializar, además, carnes congeladas y envasadas, trigo, maíz, lino, cebada, avena, rollos y extractos de quebracho., etc.

Dentro de los lineamientos comunes en la economía, la situación de la Nación era halagüeña, según Floria y García Belsunce: “ganadería y agricultura dominaban el panorama económico”.

Bajo el gobierno de Roque Sáenz Peña y Victorino de la Plaza el volumen de las exportaciones fluctuó así: decreció entre 1908 y 1910, para mejorar visiblemente entre 1912 y 1913. El mayor crecimiento se produjo en las carnes bovinas, que de las 180.000 toneladas de 1908, pasaron a 370.000 en 1914, convirtiéndose en el principal destino de Gran Bretaña.

El 27 de marzo de 1912 renunciaba Francisco Fayol al cargo de Administrador de Aduanas, asumiendo como interino el procurador del Tesoro, Dr. Vicente Fidel López. El país continuaba creciendo como el flujo de capitales, incrementándose en un 40% lo invertido en el ramo industrial.

Paralelamente se continuaba luchando contra el contrabando, por ejemplo y ante determinadas sospechas, el 14 de junio de 1912 se procedió a registrar al barco de bandera italiano “Garibaldi”, recién anclado en el puerto de Buenos Aires, encontrando en la revisación, los Vistas Serra e Iglesias, en la sala de máquinas debajo del carbón, 20 bolsos que contenían 400 kilos de tejidos de seda, guantes y otras prendas por valor de 10.000 pesos.